Los cronocrímenes es un caso singular de la cinematografía española, pues aunque no nos gusten las etiquetas, cabe perfectamente en el género de la ciencia-ficción, aunque eso no la limita, pues se pasea también un poco por el thriller e incluso por la comedia. Es parte de la Selección Oficial del Festival y sin duda una de las más atractivas por varias razones. La ciencia-ficción es uno de los géneros más difíciles de filmar, pues generalmente exige grandes recursos económicos y las industrias del cine como las de España o México generalmente no cuentan con ellos. Aquí Nacho Vigalondo, el autor del guión y quien además lleva la batuta como director y hasta un rol como actor, optó más por un guión inteligente y una muy planeada ejecución que por un despliegue técnico. De hecho para el género es una cinta chica pero no por eso menor. Cuenta la historia de Héctor (Karra Elejalde), quien se ha mudado a su nueva residencia ubicada en el campo en compañía de su esposa, Clara (Candela Fernández); hacia el final de una tarde ella sale para hacer algunas compras y él husmea con sus binoculares, distingue algo entre los arbustos y, curioso, se acerca a investigar, allí encuentra a una joven desnuda y tirada en el bosque. Poco más adelante Héctor es atacado por alguien que lleva el rostro cubierto con unas vendas rosadas y logra escapar, no sin llevarse un buen piquete con unas tijeras. Encuentra refugio en una casa cercana y al cabo de unos minutos logra ponerse en contacto con Chico (el propio Nacho Vigalondo), quien le orienta hasta llegar a otro punto de la casa y que no es otra cosa que un laboratorio; ante la amenazante llegada del hombre de las vendas, Chico convence a Héctor de que se introduzca en una gigantesca tina (como el recipiente de una olla de presión) con un líquido blanquecino y con la promesa de que él lo alcanzara una vez que eche a andar el dispositivo. Pero la tapa se cierra ante el pánico de Héctor, que queda solo, sumergido y sin tener idea de lo que sucede. Instantes más tarde, la tapa se abre y Héctor sale vivo, para descubrir que ha viajado en el tiempo poco más de una hora hacia el pasado y así puede verse a sí mismo repitiendo lo que había hecho momentos antes. Ahora ese Héctor 2 deberá evitar alterar los acontecimientos. Como habrán de imaginar, eso no es posible -¿Cuál sería ‘el chiste’ de la película?- y pronto aparecerá también un Héctor 3 y se arma la fiesta. El tema en sí ha sido explorado por el cine en numerosas ocasiones, baste recordar títulos como La máquina del tiempo (basada en la historia de H.G. Wells), Volver al futuro o El efecto mariposa. Lo divertido en Los cronocrímenes es una planeación de la filmación tan detallada que como público nunca nos perdemos en el tiempo más allá de lo que el director quiere y como parte del efecto del suspenso y la continuidad está tan cuidada que no es posible -al menos fácilmente- encontrar errores entre lo que vivimos del presente y lo que sucede en el pasado. La película ha llamado la atención a nivel mundial y el cine norteamericano ya se prepara para hacer su versión.
milenio.com
Noticias del cine en español. No están todas pero si las mejores noticias del cine español.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario